miércoles, 16 de junio de 2010

Impresionismo

El impresionismo es un movimiento pictórico que surgió en Francia a finales del Siglo 19. El objetivo de los impresionistas era conseguir una representación del mundo espontánea y directa. los impresionistas se dedicaron, sobre todo, al paisaje, dando origen a la pintura llamada plenairista o al aire libre.
Colaboración especial de: Delia Granados Colmenero.

Claude Monet.
Serie de obras llamada “Nympheas”.
La técnica del impresionismo consiste en que el pintor debe pintar lo que ve, no la forma de las cosas ya que eso es propio de los dibujantes, sino la sensación de luz que reciben sus ojos, aunque sepa que las cosas son de otra manera a como las percibe. Es la impresión visual lo que hay que transmitir.

El pintor se centra en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos y no en la representación exacta de sus formas ya que la luz tiende a difuminar los contornos. Ve colores que conforman cosas, y eso es lo que plasma.

Al mencionar a los principales exponentes del Impresionismo, reconoce uno inmediatamente los nombres de Claude Monet, Pedro Augusto Renoir, Edgardo Degas, Eugene Boudin, entre otros; pero sabías que existió UN IMPRESIONISTA MEXICANO?.

JOAQUÍN CLAUSELL
1866-1935
Joaquín Clausell fue el único pintor mexicano de su época que dedicó el total de su obra al movimiento impresionista. Nació en Campeche en 1866; al concluir el bachillerato se trasladó a la ciudad de México para estudiar Leyes, obteniendo el título de abogado en 1896. Mientras realizaba sus estudios profesionales se dedicó al periodismo y a la caricatura política, comenzó a publicar en el diario La Campaña Electoral de 1886 ; para 1892 formó un partido anti-reeleccionista, escribió para La República y, posteriormente, fundó y dirigió un periódico de oposición: El Demócrata.
A la postre su activismo político lo llevaría a prisión en aquellos tiempos difíciles del Porfiriato.
Fuentes brotantes en otoño.
Decepcionado por la situación desigual que se vivía en México, por la inestabilidad y el hambre maquilladas de un progreso afrancesado, Joaquín Clausell se marchó a Nueva York, donde permaneció un tiempo hasta que se trasladó a París. Allí, a partir del contacto que estableció con los impresionistas, especialmente con Emile Zolá, se reveló su vocación por la pintura.
Marina
De regreso a México, el artista creó en la azotea de la casona que habitaba con su esposa —El viejo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya— , ubicada en el centro de la ciudad de México, un taller de pintura que además sirviera como centro de reunión para cuando departía con sus amigos de la Revista Savia Moderna.
Lenta y obsesivamente llenó las paredes de ese refugio con un aproximado de mil trescientos bocetos cuadrados y pequeños que forman un mosaico de fantasía, caprichos y sueños. Las pequeñas obras de los muros no tienen unidad temática: hay retratos de personajes históricos, de sus contemporáneos, de familiares y amigos que se mezclan con iconos religiosos, cristos, cruces, ángeles que se topan de frente con animales fantásticos o seres mitológicos; pequeñas escenas y paisajes.
Muros del estudio de Joaquín Clausell,
pintados por el artista (fragmento).
Dicen —a modo de leyenda— que la obra mural surgió porque el artista utilizaba las paredes para quitar el exceso de pintura de sus herramientas de trabajo: los pinceles. Entonces, utilizando como base las manchas, se disponía —un poco en trance— a crear o a sacar esas imágenes que reclamaban su existencia. Tal vez por eso se considera que ése es uno de los rincones más enigmáticos de la ciudad de México: un lugar donde de algún modo se puede acceder a fragmentos de los sueños del artista. Como sea, Joaquín Clausell dejó en aquellos muros el testimonio de sus miedos, fantasías, obsesiones, anhelos y fantasmas: ésa fue una obra en la que trabajó cada día de su vida.
Muros del estudio de Joaquín Clausell,
pintados por el artista (fragmento).
Quizá en ese afán de capturar paisajes, le gustaba realizar largas caminatas acompañado por su amigo el Doctor Atl; además de platicar o discutir con él sobre diversos temas, disfrutaba al internarse en las zonas boscosas y lejanas que se encontraban al sur de la ciudad: en las afueras, pues entonces esos sitos aún no habían sido tragados por la mancha urbana: el Pedregal, Fuentes Brotantes y el Ajusco. Ahí elaboraba algunos bocetos en su cuaderno de trabajo, que después trasladaba al lienzo.
El Ajusco.


Así, el único impresionista mexicano murió a los 69 años mientras se encontraba de paseo en las Lagunas de Zempoala, en el límite de los estados de México y Morelos: todo sucedió cuando resbaló de una roca, la caída fue mortal.

Si te interesa conocer en persona la obra de Joaquín Clausell te recomendamos asistir en la primera oportunidad al Museo de la Ciudad de México: está ubicado en Pino Suárez No. 30, en el Centro Histórico.




Autores Extranjeros:

Monet, Claude Osc
ar (1840-1926), pintor impresionista francés que llevó a su máxima expresión el estudio de los estados transitorios de la luz natural. Monet nació en París el 14 de noviembre de 1840, aunque pasó la mayor parte de su niñez en El Havre, donde estudió dibujo en su adolescencia y pintó marinas al aire libre con Eugène Louis Boudin. Hacia 1859 Monet había decidido firmemente comenzar su carrera de artista para lo que pasaba largas temporadas en París. En la década de 1860 se le asoció con el pintor pre-impresionista Édouard Manet y con otros pintores franceses que más tarde formarían la escuela impresionista—Camille Pissarro, Pierre Auguste Renoir y Alfred Sisley.


Monet pintaba, trabajando al aire libre, paisajes y escenas de la sociedad burguesa contemporánea, y así comenzó a tener cierto éxito en las exposiciones oficiales. Sin embargo, a medida que su estilo evolucionaba, Monet transgredía con frecuencia los convencionalismos artísticos tradicionales en beneficio de una expresión artística más directa. Sus experimentos al aire libre se hacían cada vez más audaces, buscando la reproducción de la luz del día por medio de una aplicación libre de colores brillantes. De este modo, deliberadamente le dio la espalda a la posibilidad de una carrera exitosa como pintor convencional en la línea del arte oficial.
A mediados de la década de 1880 Monet, considerado el dirigente de la escuela impresionista, había alcanzado un reconocimiento importante y una buena posición económica. A pesar de la audacia de su colorido y de la extrema simplicidad de sus composiciones, se le valoró como un maestro de la observación meticulosa, un artista que no sacrificó ni las complejidades reales de la naturaleza ni la intensidad de sus propios sentimientos. En 1890 tuvo la posibilidad de adquirir una propiedad en el pueblo de Giverny, cerca de París, y allí comenzó a construir un nuevo jardín (hoy abierto al público) —un estanque con nenúfares atravesado por un puente japonés colgante con sauces y matas de bambú—. En 1906 comienza a pintar las series del estanque con nenúfares que están expuestas en la Orangerie de París, en el Instituto de Arte de Chicago y en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Durante estos años también trabajó en otras series de pinturas, grupos de obras que representan el mismo tema —álamos, la catedral de Ruán, la estación de Saint-Lazare, el Sena— representando las diferentes luces de las horas del día o en las distintas estaciones del año. Monet continuó pintando, a pesar de que la vista le fallaba, casi hasta el momento de su muerte, ocurrida el 5 de diciembre de 1926 en Giverny.





Edgar Degas
Hilaire-Germain-Edgar de Gas, más conocido como Edgar Degas (París, 19 de julio de 1834 – ibídem, 27 de septiembre de 1917), fue un pintor y escultor francés. Es conocido por su visión particular sobre el mundo del ballet, capturando escenas sutiles y bellas, en obras al pastel.

Es considerado uno de los fundadores del Impresionismo. No obstante, su estilo se desmarca del grupo en varios aspectos, fundamentalmente en su preferencia por los temas urbanos con escenas iluminadas artificialmente, en lugar de la pasión por la naturaleza y la luz natural de otros miembros del grupo; su formación académica se evidencia en que no abandona el dibujo sino que lo convierte en elemento esencial de sus elaboraciones de figuras, predominando pues la línea sobre el color; abandona la técnica al óleo para dedicarse exclusivamente al pastel; utiliza encuadres que lo acercan a la fotografía.
Realizó retratos y series sobre el mismo tema, destacadamente las bailarinas, pero también sobre las carreras de caballos, uno de sus temas favoritos, en el que explora el movimiento. Otra serie son los desnudos femeninos que realiza sobre los distintos momentos de la toilette femenina. También representa escenas cotidianas de mujeres, lavanderas, planchadoras o burguesas.
A partir de 1880 usó cada vez más el óleo, en particular cuando trata desnudos femeninos. Esta técnica resultaba ideal para materializar su interés por el dibujo y la realidad instantánea y cambiante.
Esta línea de preferencia por la luz artificial y los ambientes urbanos es seguida por el postimpresionista Toulouse-Lautrec. Degas fue uno de los pintores, junto a Ingres y Rafael, que Paul Gauguin admiraba y Van Gogh detestaba, como señala el primero en una carta a Émile Bernard, datada en Arlés, 1888.
Una de sus obras, a la que llamó La pequeña bailarina de 14 años, fue la única escultura exhibida por Edgar Degas en una exposición. Actualmente está esculpida en bronce, pero Edgar Degas la esculpió en cera. Unos estudios recientes han demostrado que el «esqueleto» de la escultura no se hizo de alambre, si no de madera de pinceles viejos.


Obras

Réné de Gas con el tintero (1855), Smith College, Museum of Art, Northampton
Jóvenes espartanas provocando a los jóvenes (1860), National Gallery, Londres
La familia Bellelli (1860–1862)
Semíramis construyendo Babilonia (1861), Galerie nationale du Jeu de Paume, París
Carreras de caballos. Antes de la salida (1862), Museo de Orsay, París
Escena de guerra en la Edad Media (1865)
Los músicos de la orquesta o La orquesta de la Ópera (1868), Museo de Orsay, París
La bolsa del algodón en Nueva Orleans (1872)
El foyer de la danza en la Ópera (1872), Museo de Orsay, París
etc...

1 comentario:

  1. Los pintores impresionistas no se definían a ellos mismos bajo este apelativo. El término les fue impuesto de modo peyorativo por el crítico Louis Leroy, al ver la obra de Monet Impresión atardecer o Impresión sol naciente pintada en 1872 y expuesta en la exposición del 74. Al día siguiente de ésta, parafraseando el título del cuadro para burlarse de él, Leroy bautizó el nuevo movimiento: Al contemplar la obra pensé que mis anteojos estaban sucios, ¿qué representa esta tela?..., el cuadro no tenía derecho ni revés ..., ¡Impresión!, desde luego produce impresión..., el papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina. Así fue como el término "Impresionismo" pasó a ser el nombre del movimiento del que luego el propio Leroy se envanecería.
    Provocaron un gran escándalo, proceso similar al que experimentó Manet. El refinado publico del momento no estaba preparado para aceptar una revolución como la que ellos proponían. Las burlas y duras críticas a que fueron sometidos les llevarían a posteriori al éxito. Su máximo reconocimiento se afianza ya entrado el siglo XX.

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